Desde que en el tercer viaje a las Américas, por su descubridor Cristóbal Colón, el médico de cámara de la corte española, Gonzalo de Boncalvo, decidiese llevar a la madre patria unas bellas plantitas verdes, cultivada en unas tierras de Castilla y conocidas como “ tierras cigarrales” (de ahà deriva el nombre de cigarrillo) que al crecer y ser secadas al sol y procesadas, daban lugar a un material aromático que servÃa para ser inhalado, generando inmenso placer y sensación de sentirse relajado al usuario.
Ese generador de placer, también se convertirÃa, primero en un generador de genocidio colectivo para los habitantes de los paÃses europeos de entonces, y luego para toda la humanidad.
Ése episodio, el regalo de nuestros indÃgenas a los conquistadores españoles entonces, representó un inocente gesto de venganza, por los indÃgenas nativos, hacia los españoles, equiparando el daño en salud que para esa no le era nativa significó la introducción, desde Europa, la introducción en tierras recién descubiertas de enfermedades como sÃfilis, lepra, tuberculosis y otras más, contribuyendo esto a la rápida aniquilación de nuestros antepasados indÃgenas.
El tabaco, nombre original de esta planta indÃgena es hoy responsable de no menos de unas 6 millones de muertes anuales a nivel mundial ( según la Organización Mundial de salud, (OMS), afectando,no solo a los fumadores directos, sino también a aquellos cercanos al fumador , conocidos como second’handsmokers, o fumadores de segunda mano!, dejando el usuario vulnerable a contraer cáncer de todo tipo (sobre todo pulmonar) , enfermedad cardiovascular, respiratoria crónica (EPOC) y enfermedad vascular/metabólica cerebral (trombosis, infartos y hemorragias).
A pesar de sus desastrosos efectos a la salud humana ser perfectamente prevenibles por consejo médico especializado, hasta hoy, la sociedad no ha podido ejercer control y/o eliminar el peligroso habito, difÃcil de renunciar a él sin ayuda médica especializada, conocido mundialmente como tabaquismo o adicción al tabaco y sus componentes quÃmicos.
No obstante, junto al consumo desmesurado de alcohol etÃlico o etanol, ser la adicción al tabaco una de las que más opciones de tratamietno medico/psicológico tiene hoy dÃa, la misma no genera en la gente común deseos ni solicitudes profesionales de tratamiento, ni tampoco la mayorÃa de los paÃses dedican recursos económicos para implementar efectivos programas de prevención al consumo de tabaco, ni tampoco promueven opciones de tratamiento efectivo en centros públicos de salud.
Esto, por supuesto, deriva en los años que siguen al consumo, regular o no, de tabaco y productos relacionados, en complicaciones médicas potencialmente mortales , tanto en fumadores primarios o de segunda mano, como son el cáncer pulmonar (99.5% de cánceres pulmonares están asociados al consumo de tabaco), la enfermedad pulmonar obstructiva crónica o EPOC (combinación de bronquitis crónica y enfisema), accidentes cerebrovasculares (trombosis, hemorragia e infartos), aumento de colesterol y triglicéridos y enfermedad arterioesclerótica y otros tipos de cáncer (esófago, estómago, mama, próstata, etc.).
El tabaco tiene alrededor de cinco mil compuestos quÃmicos (llamados alcaloides), siendo 17 de ellos nocivos a la salud, como el polonio (compuesto radiactivo presente en bombas atómicas), las nitrosaminas (generadores de canceres como las Leucemias), al amoniaco (tóxico cerebral y pulmonar), el monóxido de carbono y otros que lesionan las paredes arteriales y generan enfermedad vascular.
Es de puntualizar que más del 99% de los cánceres pulmonares son responsabilidad del consumo de tabaco y que exponerse al tabaco aun en una sola ocasión, deja riesgo potencial de cáncer de por vida.
También es de mencionar que , aun en pacientes ya con cáncer, es importante que dejen de fumar, ya que de seguir haciéndolo resultarÃa en la aparición de tumores secundarios al original y habrÃa también más complicaciones en el pacientes como infecciones y durante el proceso de inducción de anestesia, si ameritan cirugÃa correctiva por el cáncer.
En fin, dado que en RD aun no existen programas oficiales de prevención efectiva y tratamiento al tabaquismo o consumo desmesurado de tabaco, creemos que es hora ya de que la gente común haga conciencia colectiva del daño irreversible que este malicioso hábito genera en el organismo humano, tanto del fumador como sus allegados.
Esto contribuirÃa, en mucho, a evitar complicaciones futuras en el ciudadano común y allegados, al generar en ellos conciencia de que “fumar cigarros o cigarrillos, no solo implica riesgo de muerte a largo plazo, sino contaminar el medio ambiente reducir en mucho la calidad de vida del o los afectados por este tipo de adicción.
Quizá esto motive a las autoridades de turno, sobre todo en el sector salud, a decidirse a implementar o reactivar campanas efectiva de prevención del tabaquismo y la apertura de centros públicos de tratamietno a l tabaquismo, con fármacos ya en el paÃs (naltrexone), y otros que podrÃan ser introducidos a la brevedad posible (concentrados de nicotina modificada en forma de goma de mascar, spray nasal y parches dérmicos).
EL DATO
Doctor Sócrates Castillo
Especialidad: Médico internista, psiquiatra, adiccionólogo (US-trained).

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