La diputada Rosa Amalia Pilarte y la narcocorrompida política dominicana.

Durante esta semana en el Hemiciclo (Pleno de la Cámara de Diputados) se celebró una primera sesión, luego de que la aún congresista, la diputada Rosa Amalia Pilarte con jurisdicción privilegiada, fuese declarada culpable a unanimidad por la Segunda Sala Penal de la Suprema Corte de Justicia.

La pena fue de cinco años que deberá ser cumplida en el Centro de Corrección y Rehabilitación (CCR) Rafey Mujeres, en Santiago. En ese momento su silla estaba sola y vacía, ausente su presencia a causa de un tortuoso proceso penal esperando y los que aún faltan. Además, deberá cumplir con el pago de una multa de 200 salarios mínimos del sector público, el decomiso de una series de bienes a favor del Estado dominicano, dentro de ellos varios inmuebles ubicados en La Vega, Jarabacoa, así como cuentas millonarias en bancos y otros…

Pasan por mi cabeza unas series de reflexiones que llegan a mis anaqueles mentales, dentro de lo que se encuentran que la narco política está presente en los tres poderes del Estado dominicano, que no hay nadie que le detenga, a cada momento se observa cuántos nos cuesta la celebración de elecciones y cuánto invierte un político para ocupar una curul (senador o diputado).

Son ellos quienes al convertirse en el primer poder del Estado, junto al poder ejecutivo quienes eligen los jueces de la Suprema Corte de Justicia, Tribunal Superior Administrativo, Tribunal Superior Electoral y Tribunal Constitucional, quienes comprometidos están de antemano con algún interés. 

Es evidente que narcopoliticos, jugadores,  narcotraficantes, lavadores y cuántas diabluras más, son quienes eligen esos altos tribunales y, a los miembros del ministerio público. A propósito de ellos me hago la pregunta ¿A dónde iremos a parar? Por eso no voté y voté por un legislador cuestionado al fin, pero observé que tiene muchas luces, creo que no los han involucrado en hechos de  Narcotráfico, unido a otra razón voté por él por última vez y nadie más; ahora bien, ya no voto más por partido ni candidato algunos, nada más que se parezca a una falsa es la política dominicana.

Por mi parte cierren el Congreso Nacional y dejen a Luis Abinader hasta que muera o se arregle esta vaina de país llamado República Dominicana, a propósito de todo lo que acontece me llegaron reflexiones en cuanto a la señora diputada Amalia Pilarte. En verdad no comprendemos a los seres humanos, una señora muy realizada en lo material, casada con hijos, nietos, fortunas financiera que no la iba a ver acabar nuncas, que se declaró cristiana, militante católica, profesional, es decir, parte de su vida dedicada a la academia, pero que para aumentar su ego y el de su familia precisaba del Poder y ellos lo podía obtener a través de la política.

Hoy en día siente tantas vergüenza como la que ha sentido la familia presidencial del gobierno de Danilo Medina y sus acompañantes, unidos en tropel para abusar de las Arcas del Estado. Pierden su  dignidad, la personalidad de esa familia que es objeto de mal estigma con una condena penal que en Google no se borrara en dos mil años, bienes incautados, le costará bastante hacer vida pública, ella, marido, hijos, nietos estarán en cuestionamientos permanente toda una vida, tienen dineros y a qué precio !Una muerte civil!  

Por Leandro Ortiz de la Rosa 

El autor es Periodista