¿Cuándo
te vas, divino fiscal?
Divino fiscal, sé que
repudia mis escritos, como eres capaz de llamar a mis clientes a que me
desapoderen como abogado de mis casos, así también comprendo que esperas con
impaciencia, y angustias mis artículos de opinión en repudio tus actuaciones y,
cuando no los ve padece con mi ausencia ¿Con qué me descubrirás ahora la
maldecía pluma de ese periodista abogado?
No ignoro que está
dispuesto a callarme a como dé lugar, a darme del privilegio que les da a tus
cómplices y malhechores, pero, divino fiscal, tengo que excusarme… Sí, tengo
que excusarme por los constantes engaños a los ciudadanos, por las manchas
sombras dejadas en esta sociedad que no mereces de tu presencia indigna, de los
acosos a las empleadas, el trato a tus colegas, te juro que me da asco verte.
La vida es un tesoro y debemos vanagloriarnos
de haber sacado de ella los materiales con que hay que hacer para disfrutarlas
sin hacer daños, prefiero sacar las más preciadas joyas, antes que recibir tus asqueantes
privilegios; has de saber, qué, en la vida cosas que no tengo resignación para
soportarlas más. No creas, te lo ruego, que ha herido profundamente a muchos,
asesinaste moral de hombres mejores que tú que eres un vulgar criminal; que de
tí hay una gran indignación en éste pueblo.
Divino fiscal, la muerte
es el fin natural de todos los seres y no creo que tú muerte sea digna, creo
debe morir en una cárcel enjuiciado, y cumpliendo condenas ¡Cuando diremos un te
vas por fin divino fiscal! vamos a sentir la alegría de que te vas, cuando
volveremos a aquellos fiscales que sentían temor a que sus nombres rodará por
el sueldo como rueda el tuyo, que causa náusea con solo mencionar tú nombre
deja un sabor amargo al paladar.
Cuando diremos un por fin
divino fiscal, que te vas y que sentimos la alegría en los pasillos porque
regrese la esperanza para las empleadas donde no haya acoso laboral ni sexual e
incluso para algunas fiscales. ¡Cuando divino fiscal! podemos decir adiós al
terror, a la dictadura, a la corrupción, a la extorsión, y tú afán desmedido al
dinero mal habido que por cierto ni un gato o un ratón los va a heredar, perdón
a los perros, ya qué sería una ofensa compararlo contigo.
Cuando podremos decirte
que te lleve la intranquilidad, el mercado público en vez de ministerio
público, como en algún tiempo los fue y todo éste maldito imperio implantado
por tí, cambiado por ti, una institución de respeto por una tiranía, zozobra,
terror, angustia y maldad hasta más no poder, te iras con los más de
trescientos millones de pesos que has extorsionados a las gentes dignas y
laboriosa de mi la sociedad, y todos callan por la impotencia, la ceguera y
blanca observancia de las autoridades del gobierno.
Cuando divino fiscal,
vamos a sentir paz, risas, sosiego, tranquilidad y el remanso de colocarse
entre en los alrededores y no estar pendientes de un espía, y soplones tuyos
divino fiscal, dónde fiscales y empleadas no aflojen sus nalgas para satisfacer
tu desenfrenado deseo sexual, oprimidas y desvalidas, de gente que eran buenas
y trabajadoras y que su dignidad se las echaste al zafacón.
¡Cuando divino fiscal! se
irá el séquito de fiscales perversos como tú, tirano y, traído a una sociedad
de gente humilde, digno, de respeto, trabajo, extorsionado y desvalijado en
gran parte por abogados de tú cuadrilla de delincuentes vulgares que no conocen
principios de ética y deontológicos. Cuando divino fiscal habrá una fiscalía
abierta, ética, transparente, sin estar a puerta cerrada con celular y sujeta
como dice la ley a la supervigilancia privada y que te haga devolver los más de
aproximados quinientos millones de pesos fruto y obtenido de la mafia y
extorsión.
Cuando va a regresar lo
más preciado de un despacho judicial en fiscalía, su objetividad, libre de
líneas bajadas por tí para ver en cada caso que llegue a ese despacho una nueva
oportunidad de negocio de transacciones a ocultas en desmedro de la justicia y
el derecho de los ciudadanos. Cuando va a terminar divino fiscal tú descontrolada
ambición que todo el mundo conoces, pero pones a abogados vulnerables y sin
formación a hablar en favor de tí a través de comunicadores que no conocen de
tus andanzas ni el más mínimo daño ocasionado a la sociedad y a la institución dirigida
por una heroína como Mirian.
Cuando te vas divino
fiscal, junto con el descrédito que tú mismo ha convertido en un imperio,
compuesto con tu cáfila que miran de forma descortés a los disidentes como
muestra de que no se ha perdido en sí todo, pero qué se encuentran harto de
silencio y mudez a causa de la maldad y el descrédito creado por tí en una
sociedad llena de hombres nobles, dignos y laboriosos.
Por Leandro Ortiz de la Rosa
Periodista
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