Por Leandro Ortiz
1.- Una sociedad compuesta
por livianitos y chancharos, que dejan ver el refajo, solo le interesan
puestos de poder. Evidentes son su comportamiento que el pueblo lo sabe, lo
asimila y convive con cada uno de ellos como si fuéramos yagua del mismo
paquete. Es tan evidente que el nivel de convivencia permite no tener
complicación alguna que hasta se hacen incuestionables para quienes de ellos
reciben migajas;
2.- La permisividad.
Es notorio que donde compartimos los sanjuaneros hasta nos reímos de las
inmundicias y ocurrencias a la vista de todos y todas dejando pasar en el medio
donde convivimos como si fuera ya normal lo que antes causaba asombros y
estupor. Hoy en día todo es, ni más ni menos. No hay nada que esconder;
3.- Los
privilegiados. Por los beneficios que reciba una persona enganchada en el
gobierno, no creo que experimente un gran desarrollo humano. Todo, debido a la
forma en que se encuentra regido nuestro pueblo en el orden económico, político
y social. Tenemos que admitir que nuestra sociedad no es la más adecuada para un
mundo de sana convivencia;
4.- Las mujeres sanjuaneras
que hoy en día deciden que por ellas tiendan a parir las extranjeras (haitiana).
Habitualmente vivir en San Juan, las mujeres de aquí, salvo honrosas
excepciones para casarse y parir mejor deciden buscárselas, chapear, viajar,
tener un viejo, aun siendo profesionales, porque el sueldo no les da para ellas
y su niña o niño, todo a expensa de toda clase de daños morales y materiales.
Es mejor para ellas buscar nuevos horizontes a exponerse a lo que la vida le
trae;
5.- El pobre. Hoy
se concibe que ser sanjuanero pobre, nacer aquí, es, estar expuesto, llegar al
mundo de los vivos con su sarcófago debajo de la cama, donde tiene asegurada su
muerte, sin saber cómo, cuándo ni dónde.
6.-La inseguridad.
Un San Juan en que cada día hay una inseguridad insipiente. En San Juan como
van las cosas nos igualaremos a otras provincias, cualquier persona está
expuesta a que le desprendan la cabeza, así por así, como si nada. Tendremos
que garantizar la existencia con los medios que estén a su nuestro alcance;
7.- Delincuencia.
Ya estamos observando como empiezan las olas de atracos, generadas por el mal
comportamiento de determinadas autoridades del ministerio público en
connivencia con determinados miembros inescrupulosos de nuestros cuerpos
armados y militares al servicio del crimen. Es de esperarse que para tener
seguridad habrá que cada uno valerse de sus propios medios como algo muy
personal. Para no estar al abrigo de los criminales, debemos portar armas y aun
así no tenemos garantías, ni siquiera con servicio privado, ello implica
disponer de amplios medios económicos;
8.-Economia. Crece
económicamente la población en determinados sectores, llámese prestamistas
usureros, contrabandistas, políticos enganchados al gobierno, empresarios
especuladores, dueños de farmacias, dueños de centros de salud privados que
desvalijan a la población. Nuestro pueblo debe rogar a Dios para no enfermarse,
vaya y unas clínicas le quiten todos los que se han ahorrados en treinta años
de trabajos, por tanto, lo que le conviene es conservar su salud, porque si cae
enfermo, no hay servicio de salud pública garantizado. Lo que le queda es
morir.
9.- La educación
de San Juan es un privilegio, si es privada es muy cara, los niños de los
pobres no tienen alcance a ella. La salud pública es un desorden, maestros que
están más por el cheque que por vocación y de su vida privada ni hablar, pero lo
cierto es que contrasta con la de lo que debe ser un modelo del profesor;
10.-El alquiler. Los alquileres cada día por las nubes, un pobre no puede vivir en una vivienda digna, el de clase media le es difícil soportar, mientras las compras de inmuebles los constructores inmobiliarios los han aumentado de valor. La plus valía hace que quien haya tenido tiempo atrás dos o tres casas sin proponerse ya es millonarios y puede vivir sin trabajar. Los depauperados hijos de machepa lo que tienen asegurados son las favelas de los barrios pobres y cada día van en aumento los alquileres porque vista al rio, mirador norte y el bulevar de tenguerengue y zonas adyacentes a los Corbano le aumento el valor a sus casuchas;
11.Falta de
oportunidad. La sociedad sanjuanera
lo que ofrece es colmadones, dembow, trabajos en bancas, tiendas chinas con
salarios de miserias y largas jornadas de trabajo ante la inobservancia del
ministerio de trabajo, empleos en centros de bebidas de gentes que antes eran
deportistas, además, las lacras de los políticos, empresarios y comerciantes están
ahí, sordos, ciegos y mudos mientras sus privilegios les están sobre
garantizados. No hay de otra, pero todo llega hasta un punto;
12.-Religion. Los creyentes en San Juan, están ciegos, o
miran para el otro lado, saben que no pueden tapar la realidad, porque todo
sale a la luz. El pastor o pastora son empresarios de la fe, del comercio, de
los préstamos, de las migajas que le dan los políticos y el gobierno, su régimen
económico vigente es cada día más privilegiados y tienen la misión de dar
sermones a la población sufridas como garantía de alcanzar “la gloria”;
13.-Falta de
optimismo. El refajo se les ve a todos y todas, no muestran
arrepentimientos y nos tildan de locos, frustrados y hasta de esquizofrénico.
Todo para que no les muestren sus manchas, la sociedad de San Juan, tiene
vicios que, por serles inherentes, le es imposible decir que no son suyos, la
hipocresía y el cinismo es muy predominante y su común denominador;
14.-Flagelos. En
San Juan, la corrupción, ladronismo, prostitución, venta de drogas al granel,
pobreza y hambre en presencia de las autoridades es una regla general, como si
ya fuera un modelo de vida que les pertenece, y que es peculiar, característicos
del modelo de la ciudad de Macondo, Sinaloa, Sicilia, Medellín o Petare.
Cuantas faltas hacen muchos antecesores idos a destiempo y quienes han
explorados nuevos horizontes si regresan hoy maña despavoridos se nos van;
15.-Las
autoridades. En San Juan, el modelo de autoridad que prevalece es
infecunda, cuando entra a un despacho de una autoridad no sabes si es un
delincuente vulgar, al exponer a la vista sus males, no es el representante que
la sociedad merece. Es, esa la sociedad la cual lamentamos estar viviendo y nos
invita a actuar para eliminarla por nociva, toxica y dañosa;
16-Los Guillermitos
de aparente intelectualidad. El intelectual es vendido al mejor postor,
codearte con ellos y ver su trayectoria a cerca de como escribe y como actúa da
desagilo, vomitera, asco. Nos damos cuenta que no es ningún modelo ni nada que
se aproxime. Es el prototipo del cinismo y la hipocresía elevada a su máxima
expresión;
17-Sector
empresarial. Unos empresarios que se ganan millones de pesos diarios, que te
exhiben buenos vinos en sus centros de bebidas, que compran muchachitas por
catálogos, que solo en sus adentros quieren la gracia de Dios para cuando
lleguen al purgatorio tener una gloria asegurada, y la cual no se compra con
dinero, es con obras de eucaristía, en cambio estos ricos privilegiados del
Estado que quieren la gloria a nosotros nos saludan con una sonrisa a carcajadas
como una burla sin control;
18-Falta de
confianza y fe. A los sanjuaneros es de importarle que somos los dueños de
nuestro propio destino, que los que hoy se privilegian no son superiores a
nosotros, que aún nos quedan fuerzas y que los que nos han acometidos no están
por encima de los que somos capaces de soportar. Hay fuerzas aun, tengamos fe,
y una voluntad indeclinable;
19.-Falta de
Optimismo. Mientras esas fuerzas de inagotables energías desvalijan al
pueblo, desangran sus arcas, su cimiente, principios y valores y se apropian
del presupuesto que le llega del gobierno a alguno de ellos por destino de la
naturaleza o por designio de Dios, dio les ha dado su Karma. Uno que han
perdido el habla por cáncer maligno, otro que pierde cada día el habla, otro
con una vida hecha un desastre, uno que los pierden todo en un santiamén y otros
que envía palabras de Dios a los grupos que ni siquiera la sienten Y,
20-Tener conocimiento
de las dificultades, no implica estar bajo un ordenamiento económico y
social que causa ese daño, ni mucho menos comprometerse. Todo lo contrario, contribuir
en sustituirlo para construir otro diferente que tenga su fundamento en el
desarrollo humano, es la tarea encomendada que nos corresponde a quienes no
estamos comprometidos con el mal.
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