El
buen juicio ha de primar, y la prudencia ante una situación determinada. Es lo
que le da la condición de humano a cualquier hombre o mujer de toga y birrete
al momento de manifestar una posición alejado de cualquier mezquino interés.
En
la antigüedad, marcadas situaciones cargadas de historias y llena de hechos
donde se resalta la imposición de la razón. Dos ejemplos a resaltar. La Corona
en la Sociedad Ateniense, condenó a Sócrates a tomar la tisana, sin embargo,
todos los sistemas educativos del mundo han recurrido a los pensamientos socráticos.
Por
el otro lado el anacronismo cometido por la iglesia al enjuiciar a Galileo
Galilei quien planteó la tesis de que la tierra era redonda, contrario a la
teorÃa de Nicolás Copérnico quien sostenÃa que la tierra era plana.
En
casos contrarios también hemos tenidos episodios donde ciertos personajes no
han querido empañar su integridad moral, optando por no hacerse partÃcipe ante
sucesos inhumanos tal como lo hizo Poncio Pilato ante la crucifixión de Cristo.
Como
deben hoy en dÃa sentirse los jueces en sus adentros en la actualidad quienes,
inspirados por la justicia al momento de conocer un caso en el que previamente
ven que pueden inclinarse más por el justiciado que por el justiciable, o
cuando en otros casos optan por inhibirse con tal de preservar su cargo y
cuando a diarios condenan inocentes a tal punto que si viene Cristo otra vez lo
condenan.
Saco
todo esto a colación, por la falta de apoyo mostrado por algunos senadores con
el famoso proyecto de Ley de Extinción de Dominios que el joven senador de ElÃas
Piña demanda su aprobación; sin embargo, otros con eufemismo inusitado sacan el
pie para qué el mismo no sea aprobado.
La
calidez con la que se manifestó el senador Iván Lorenzo en el programa el Show
del Media DÃa de hoy, da a demostrar que no todo está perdido, hay quienes
estando en la cima del poder desde allá dejan su impronta.
La totalidad de los productores del programa el Show del Medio DÃa observaron cómo la hipocresÃa se ponÃa de manifestó en los senadores oficialistas presentes, pero, toda evidencia que nuevamente la sinrazón ha de imponerse. No habrá Ley de Extinción de Dominios o mejor dicho Ley contra los corruptos.
Sólo
una clase polÃtica inhumana, corrompida hasta los tuétanos sin un grado de
sensibilidad hará que no brote en sus entrañas la pieza legislativa. Y por
demás desconozca el concepto de que el paÃs no aguanta más corrupción.
Y,
serÃa capaz de anteponer cualquier justificación en contra de la razón.
El autor es Abogado y Periodista.
Leandro
Ortiz de la Rosa.
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