El mundo cada día en retroceso, nuestro país y mi pueblo no escapa de ello, las ideas tienen mucha vaguedad, oxidas, en un notable atraso que impide el desarrollo constante a que toda sociedad como la nuestra ha de aspirar.
Ser
claro siempre será mí norte y disculpen que hablo en primera persona. No sé
cómo me soportan los hipócritas no pueden tirarme directamente, me tratan, eso
dicen, yo me manejo con él, pero y de ahí vienen los calificativos hacia mí...
Se
inventan mentiras calumnias, solo yo sé lo duro que se afana el hipócrita y
vive pendiente de todo lo que sucede en su entorno para tener información y
disparar a quien sea. Es su zona de confort.
Siempre
escudriña, hace todas las conjeturas habidas y por haber para saber qué puede
suceder, siempre está prediciendo males y desgracias, puro agorero no le hace
un favor a nadie.
Cuando
es para construir en pos de un mejor ser humano, ni ayuda ni coopera ni
colabora porque es cáncer de lengua y en sus adentros la maldad ha hecho
metástasis.
El
ser de poca o ninguna monta el tiempo lo invierte en chismografía barata no se
detiene, lo que ven o escuchan y están a la vanguardia de las informaciones
negativas, su poder es inmenso porque convencen a los que ignoran que viven de
la maldad y son expertos en indisponer contra el otro.
Le
planteo a modo de ideas o no de sugerencia, que formemos dos estados diferentes
y que hagamos una gran frontera donde cada uno viva de lo que produce y entre
ambos estados se compren lo que se necesita de cada cual, así poder decir ¡si
produce ideas y sabidurías voy a cosechar. …!
Para
el que solo llega a cosechar la maldad ¡eso consumirá! Por tanto, ya veremos
que necesitará un Estado del otro y aquel imbuido en la maldad sabrá que de él
el otro nada necesitará y, al contar todas las chismografías su karma lo
atrapará.
Por Leandro
Ortiz de la Rosa
Periodista. Vive en San Juan de la Maguana.
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